Matt Crossick/GTRES
Cara Delevingne ha sido una de las invitadas disruptivas en el matrimonio real de Eugenia de York y Jack Brooksbank.
La aparición de Cara Delevingne en la industria de la moda ha supuesto un desafío a los clásicos estereotipos de género. Desde sus primeros años hasta la actualidad, la modelo y ahora también actriz se ha transformado en un icono de estilo y un referente para una nueva generación de jóvenes.
Con unas cejas marcadas como seña de identidad, Delevingne ha marcado su propia estética además de vivir una transformación en su forma de vestir que ha pasado de su lado más femenino a abrazar un estilo masculino.
La modelo no entiende de limitaciones e incorpora a sus estilismos prendas que están asociadas tanto a un género como al otro, redefiniendo la estética de las piezas. Y este mismo ejercicio lo ha realizado en la boda de su amiga la princesa Eugenia de York con el empresario Jack Brooksbank en Londres.
Mientras todas las invitadas han elegido diferentes tipos de vestidos, la modelo ha optado por un traje de estilo masculino, una elección que la ha convertido una de las mejor vestidas.
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