Con la baja en las temperaturas, se tiende a consumir alimentos más calóricos y dulces, no porque el cuerpo requiera de un aumento en el aporte de calorías, sino porque ese tipo de comidas promueve la liberación de dopamina, que genera una sensación de placer debido al azúcar.
Pese a este cambio en la dieta, no deben dejarse de lado las ensaladas y verduras en preparaciones como guisos, budines y tortillas, ya que éstos aportan saciedad y balancearán la alimentación.
La nutricionista Paulie Olguín, explica que el reemplazo de ingredientes es clave para mantener un peso equilibrado cuando nos damos gustitos extra. “Siempre es bueno reemplazar y mezclar las harinas en preparaciones más dulces para hacerlas más saludables.
Hoy en día, el mercado ofrece varias alternativas de esta materia prima, como la harina de avena que es más económica y posee un índice glicémico medio, es decir, la glicemia en la sangre no se ve tan afectada “.
Para complementar y establecer un régimen más saludable, se puede utilizar harina de quínoa o de arroz integral, las que son libres de gluten. En cuanto a los azúcares, es recomendable eliminar los azúcares refinados de la dieta y optar por endulzantes o azúcar de caña.
Esto, complementado con ejercicios, el abundante consumo de agua, frutas, verduras y fibras permite llevar una dieta balanceada y sin restricciones.