Cómo disfrutar de la hora del té al más puro estilo inglés
Lifestyle / 12 febrero, 2020 / 2 minutos de lectura
Escrito por
Loreto Urquieta
Tomar el té es uno de los momentos más apreciados por muchas personas. Sofisticación y placer gustativo se fusionan logrando transportar a las mismísimas Islas Británicas, y es que, si bien tomar el té podría ser una actividad de lo más ordinaria, muchas personas se lo toman tan enserio que no dudan dos veces en hacerse con sus juegos de tetera y tazas del té, disponer apetitosos aperitivos y seguir el protocolo al pie de la letra para sumergirse en la experiencia del “Afternoon Tea”.
Lo que es una cotidianidad en las Islas Británicas, poco a poco se está traspasando a otros países, que como el nuestro está dejando a un lado el café para apostar por un brebaje catalogado como más chic, pero, ¿de dónde sale esta tradición? Y, ¿por qué no nos podemos resistir a ella?
La historia de “la hora del té”
Todo surge en 1662 cuando el rey Carlos II contrajo matrimonio con la princesa de Portugal, Catalina de Braganza, la cual era una gran consumidora de té, hasta tal punto que poco tardó la corte británica en poner de moda su consumo.
Aunque esta costumbre alcanzó una gran popularidad, no fue hasta principios del siglo XIX cuando logró instaurarse la hora del té propiamente dicha, gracias a la duquesa de Bedford, que para aguantar el hambre que sentía desde la hora del almuerzo hasta la cena, comenzó a consumir una colación de té a media tarde. Su idea fue aclamada en los grandes círculos británicos, adoptándola como un evento social perfecto para organizar reuniones de amigos en las que se deleitaba el paladar con té, pasteles y emparedados. Dada la hora a la que se realizaba este evento, pasó a llamarse “Afternoon Tea”.
El “Afternoon Tea” en las Islas Británicas
A día de hoy el “Afternoon Tea” ha quedado reservado para los aristócratas, aunque eso no ha impedido que los ingleses consuman té a todas horas, preservando parte del protocolo asociado al consumo de esta bebida:
Por potocolo, el «Afternoon Tea» clásico se sirve una tetera de té negro, aromatizado con bergamota, Darjeeling o Ceylan, o, en su defecto, una mezcla de tés negros, acompañada con una jarrita de leche o unas rodajas de limón para aromatizar el té.
La hora del té se acompaña de pequeños sándwiches de pepino, berros y huevo; salmón y crema; roastbeef y mostaza; queso y tomate; así como pasteles, siendo los más populares el pastel de café y nueces y los pastelillos glaseados. Además, no se pueden olvidar los scones, esas deliciosas tostas servidas con mermelada y cremosa clotted cream.
El “Afternoon Tea” en el resto del mundo
Si bien cualquiera caería rendido ante los encantos del té inglés, es probable que resulte chocante la idea de comer tan fuerte para un simple tentempié que se realiza de 3 a 5 de la tarde; no obstante, ha de tenerse en cuenta que los ingleses acostumbran a comer muy temprano, de modo que realmente necesitan colaciones para reponer energía.
Para el resto del mundo, quizás tuviera más lógica el acompañar la hora del té con unas deliciosas galletas tip top, cuyo dulzor emula bastante bien la combinación del té negro y los pasteles que buscan los ingleses, pero sin acabar en empacho.
Si a esta actividad tan apetecible se suma el disfrutar de los estrenos de Netflix desde la comodidad del sofá es muy probable que se consiga un plan de media tarde perfecto.