La aplicación más descargada del 2018 lo será también en 2019: tras su conquista de los más pequeños de la familia, prepara ahora su asalto al mundo adulto. TikTok no es únicamente música y tampoco es ya una cosa de niños.
Los que tienen niños seguramente ya la conocen. Si no los tienen, la conocerán. Sin lugar a dudas el 2019 será el año de la pandemia TikTok, la aplicación china que está conquistando el mundo. Ha empezado por los niños de la casa, pero cada vez es más habitual ver su logo -una letra ‘d’ fusionada con una corchea- en el celular de los adultos.
Sus prestaciones son cien por cien chinas. Han tomado lo que triunfaba en el resto de apps y lo fusionaron con la suya. Tiene filtros de animales ‘cuquis’ y edición de vídeo como Snapchat, posee el puntito confesional de Instagram Stories, te permite grabar vídeos breves como Vine, incluye realidad aumentada, playback, o sea lip-sync (que vendría a ser, más o menos, el karaoke en la era digital).
TikTok nació en 2016, pero triunfó globalmente en 2017: cuando su desarrolladora, ByteDance, compró Musical.ly por 800 millones de dólares para después fusionar ambas.
En TikTok entras para hacer lip-synch de tu tema favorito y ya no puedes salir. ¿El secreto? La revista tecnológica Wired lo ha definido como “un meme musical”. Según confiesa su director de marketing, Stefan Heinrich: “Vivimos en un mundo en el que en las redes sociales muestras tu yo perfecto, no quién de verdad eres”.
Frente a Instagram, esta aplicación te anima a hacer el ridículo. Y no solo a hacerlo, sino a mostrar tu cara cuando los demás hacen el ridículo, en la pantalla partida de la sección ‘Reactions’. Eso permite que, de momento, no haya sido capitalizado ni por las marcas ni por los profesionales de sacarle el dinero a las marcas. No hay un equivalente a lo que Kylie Jenner fue para Snapchat o Selena Gómez para Instagram. Lo cual no significa que no tenga sus estrellas, las llamadas tiktokers.
Pero no es únicamente música. Tampoco es una cosa de niños o preadolescentes que todavía no han cambiado la voz. Cierto es que, según Digiday, el 60% de sus usuarios en Android tiene entre 13 y 24 años (con mayoría femenina), pero se está convirtiendo en una red social que cuenta con cada vez más adultos. La culpa la tiene, básicamente, EE.UU. y, más concretamente, el showman nocturno Jimmy Fallon.
Fallon lanzó a sus televidentes diversos retos a través de TikTok: en #TumbleweedChallenge, les pedía a sus fans que subieran vídeos haciendo “la croqueta” por el suelo al son de una banda sonora de western; en #SharpieChallenge, que se lanzaran un rotulador al aire y se pintaran un bigote. Quedando claro lo que es una verdad universal: al ser humano le gustan los retos. Y en TikTok hay de todo tipo: de no parpadear, de no reírse, de subir escaleras…
Fallon también detectó que TikTok era tremendamente popular entre los preadolescentes, pero empezaba a serlo también entre los diferentes gremios de servicio público estadounidenses: enfermeras, policías, bomberos, militares. Por alguna extraña razón, TikTok les ayudaba a sentirse parte de un colectivo y liberar endorfinas tras unas rígidas y estresantes rutinas. Los de enfermeras malayas o indonesias son especialmente hipnóticos. También es un éxito entre las “tribus urbanas” adolescentes: emos, otakus, fans del cosplay…
Con Facebook en serios problemas por las sospechas de la venta de datos, Twitter infestada por políticos, Instagram por marcas y YouTube demasiados anuncios, TikTok encontró su nicho. Se convirtió en el estandarte de la Generación Z y marcas como Guess y empezaron a lanzar campañas específicas para la app.
Facebook se ha sentido amenazada: primero creó la opción Lip Sync Live para su plataforma y, como eso no triunfó, desarrolló Lasso, un complemento en el que puedes hacer prácticamente lo mismo.
En 2018, 800 millones de personas descargaron TikTok en sus móviles. ¿Cuántas más lo harán en 2019? El imperio de la ‘d’ fusionada con una corchea no parece tener fin.
¿Ya la tienen? ¿A quién siguen?