Llevas un tiempo en una relación con otra persona, todo bien y te encanta el vínculo que ambos han creado. Hasta que… rompe contigo. No entraremos en razones, pero ¿ Quién no estado en tal situación? Vives tu luto: se genera una distancia física inmediata, la comunicación se acaba o se reduce a lo elemental y comienzas con ese proceso de des-adaptarte, de dejar lo que habías hecho costumbre y quedarte solo contigo mismx. Nada de esto es distinto a como se viene haciendo desde que existen las relaciones y el quiebre de ellas, solo que ahora hay una variable más: la era digital.
A menos que seas un ermitaño digital (aunque no estarías leyendo esto si fueses tal), todxs existimos de alguna u otra forma a través de una pantalla. Basta con que alguien busque tu nombre en Google para crearse una imagen de ti. Que vea tu Instagram y te juzgue por medio de las fotos y de lo que likeas; que te encuentre en Facebook y vea quienes son tus amigos, páginas que sigues y grupos a los que perteneces para luego hacerse una idea de tus gustos e intereses.
Todo deja huella y a veces una más grande de lo que quisiéramos. Ahora las relaciones personales también son relaciones digitales: chateas más de lo que hablas con esa persona, subes esa primera foto juntxs diciéndole a tus seguidores followers que estás en una relación y ellos se convierten en una especie de espectadores de ti y de tu pareja. Las redes sociales simplifican mucho la vida, pero a veces también pueden jugarnos en contra. ¿Y qué pasa hago cuando hay una ruptura amorosa? ¿Limpio mi feed para evitar los recuerdos o lo dejo como tal cual está?
La gran diferencia es que en el mundo digital no existe tal distancia con otra persona luego de un quiebre (a menos que te haya bloqueado, claro). Su cuenta sigue ahí, siguen siendo amigos y tal vez no quieras dejar de ver sus Stories. Pasa el tiempo y aún sigues visitando su perfil, viendo esas fotos que te gustaban tanto o incluso recordando antiguas conversaciones en por chat.
¿Qué puedes hacer entonces? Sabes que el espiar digitalmente es tan sencillo y está a un solo par de clics, que solo tú sabrás si lo estás haciendo. Seguir visitando sus redes puede representar el hecho de que no quieres olvidar a esa persona, que no puedes superarla y que te aferras a su perfil virtual para estar conectado, cuando en realidad no lo estás. En última instancia, puedes estar obsesionadx.
Crear esa distancia digital solo dependerá de ti, y por lo mismo, puede ser bastante difícil. El primer paso, obviamente, es darse cuenta: reconocer que estás stalkeando. Una vez que lo hagas, entonces podrás dejar ir a esa persona completamente y sobre todo, ayudarte a ti mismx.
*Stalkear: vigilar o espiar a través de internet. El término se usa frecuentemente para referirse a la observación a una persona en sus redes sociales.
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