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Hoy me di cuenta de este fenómeno, cuando vi a una persona de unos 35 años que conozco, casada y con cuatro hijos, abrazando a un hombre conocido (bastante guapo) con mucho entusiasmo, porque estaba emocionada por verlo. Así fue como caí en la cuenta que ella siempre es así, y cuando hablas con ella, se refiere a su marido con mucho desapego y pocas veces lo nombra, lo que le hace pensar al resto que esta soltera. A partir de este hecho, reflexioné y pude deducir que conozco mucha gente casada, que actúa como si no lo estuviera.
Existen miles de pequeñas cosas como: hablar de su vida como si su esposo o esposa no fuera parte de ella, probarse constantemente con el sexo opuesto para sentirse aún “vigente” aunque claramente después aclararán de que están casados, son “toquetones” o demasiado afectuosos con otros hombres o mujeres de manera que si su pareja los viera seguro se sentirían incómodos, están constantemente buscando interactuar con personas del otro sexo, etc.
Por supuesto que yo creo que uno puede tener nuevos amigos o abrazar a alguien una vez que estas casado, pero también creo que existe un límite que estando soltero no lo hay, por el simple hecho de mostrarle respeto a tu pareja. Además, estoy hablando de gente que llevan estas actitudes al extremo.
Todos conocemos a alguien de este tipo que llamaré los «casados-no casados». Son las personas que casi nunca se les ve en los carretes con su pareja o que siempre hablan de lo que hicieron el fin de semana sin nombrar a su esposo o a su mujer. Es como si en realidad hicieran todo solos. No son para nada personas infieles, sino que simplemente, actúan tal y como si estuvieran solteros, haciéndonos pensar a todos como si en verdad lo estuvieran.
Así, se llevan más de un mal rato cuando alguien se pasa un rollo con ellos, y con razón porque siempre se muestran «disponibles» y como nunca hacen notar que existe un otro a su lado, entonces las personas siempre se enganchan con ellos.
Este tipo de personas suele ser muy narcisista, porque le cuesta incorporar al otro en sus actividades, en su mundo y sobre todo en su discurso. Son personas que constantemente necesitan aprobación y por lo tanto buscan llamar la atención de los demás, sin importarle lo que piense su pareja.
Si el «casado-no casado» tiene hijos, sí hablará de ellos constantemente, porque al final los hijos son una extensión de el mismo, pero no se expresa igual de su esposo o esposa.
En una relación sana y normal, las cosas no se llevan al extremo. No es que yo tenga que estar todo el día hablando de mi esposo ni hacerle notar a cualquier extraño que estoy casada por si acaso, pero si se trata de identificar la existencia del otro, aunque no este presente.
El ego nos hace querer llamar la atención del resto y hacernos pensar que hacemos todo por nosotros mismos (sobre todo nuestros logros), pero la verdad es que si estas casado, no te puedes olvidar de quien siempre ha estado a tu lado y mostrarle el amor y la devoción que se merece.
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