Un estudio reciente demostró que vivir juntos juega en contra el interés y el deseo sexual de la pareja y que incluso son las mujeres las que se ven más afectadas. Aquí te explicamos por qué se da este fenómeno y te damos tips para salir de esta situación tan detestable.
Convivir en pareja tiene un efecto en el deseo sexual de los dos. Esto no es una teoría ni una suposición, sino que algo muy real que fue confirmado por un estudio desarrollado este año por un equipo de científicos de la universidades de Southampton, Glasgow, University College London y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Para esta investigación se utilizaron los datos entregados por la Encuesta Nacional de Actitudes Sexuales y Estilos de vida británico, que recoge declaraciones de 6.669 mujeres y 4.839 hombres de entre 16 y los 74 años.
Este estudio arrojó, entre otras cosas, que tanto los hombres como mujeres tienden a perder el deseo sexual cuando viven con sus parejas. Pero eso no es todo, también concluyó que el 34% de las mujeres consultadas admitió perder el deseo sexual mientras que sólo un 15% de los hombres aseguró lo mismo. Por ende, a diferencia de lo que se suele pensar, son ellas las que demuestran una mayor preocupación por este tema.
En general, las historias de amor que vemos en las películas o leemos en las novelas llegan hasta que la pareja empieza a convivir, el clásico “se casaron, se fueron a vivir juntos y fueron felices para siempre”, sin embargo, es justo ahí donde comienza un mundo lleno de cosas por aprender, explorar, gozar y por supuesto, equivocarse.
Es importante recalcar que tener una vida sexual es parte de la relación, de ser pareja y de la convivencia. Pero hay algunos principios que debemos tener en cuenta, como la comunicación, escuchar al otro, tratar de ser comprensivos, la confianza, la flexibilidad, tener vida propia y en común etc.
Todos estos factores señalados anteriormente inciden en todas las áreas de la vida, no están aislados.Y si tenemos dificultades, muchas veces ellas inciden y afectan negativamente la sexualidad.
Ahora, si bien es cierto que el deseo y el interés sexual se puede ver afectado cuando una pareja convive y lleva tiempo junta, esto no implica que no se pueda hacer nada o que se tenga que resignar a una vida sexual insatisfactoria o nula.
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